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Es ley de vida, las lesiones deportivas provocadas por el ejercicio son algo que pasa, y que muchas veces no se pueden evitar. Pero lo que no negamos es que con una buena prevención, el porcentaje de lesiones se puede reducir drásticamente. Por eso hoy os vamos a decir algunos consejos y trucos para que aprendáis cómo evitar las lesiones jugando al pádel.

 

El pádel es un juego con raqueta similar al tenis de origen mexicano. En su práctica se juega por parejas y con la característica de que el recinto es una pista cerrada y la pelota puede rebotar. Esta similitud con el tenis, hace que las posibles lesiones en este deporte sean muy parejas a las del deporte de raqueta rey.

 

Este juego de raqueta puede causar lesiones en las extremidades inferiores, tanto piernas como tobillos o rodillas, pero también puede llegar a afectar la parte superior del cuerpo, zonas como los hombros o las muñecas sufren también mucho con cada partido y entrenamiento si no se realizan las comprobaciones adecuadas.

 

Es importante saber cómo evitar las lesiones cuando juegues al pádel.

 

Pero es que no estamos hablando de un mal golpe, estamos hablando de en la mayoría de las lesiones la causa está en la poca prevención. No calentar, esforzarse más de la cuenta o realizar movimientos incorrectos suelen ser la clave en los esguinces deportivos o en las roturas de ligamentos.

 

Lesiones debido a golpes contundentes, choques con tu compañero de equipo o las que se originan cuando no se tiene bien agarrada la raqueta pueden ser fácilmente sofocadas gracias a la prevención. Recuerda que tu eres quien controla a tu cuerpo en todo momento y lo que no puedes permitir es

 

Cómo-evitar-lesiones-jugando-al-Pádel-2

 

Las lesiones más típicas son el codo de tenista, las lesiones de menisco, los esguince de tobillo o los desgarros musculares. Todas estas lesiones tienen tratamiento en nuestra clínica traumatológica en Coruña, pero lo que queremos es intentar evitar que te hagas daño.

 

No nos podemos olvidar de la fractura del estrés, estas fisuras son el resultado de una aceleración en el ritmo del entrenamiento. Cuándo la musculatura se cansa, el hueso está sujeto a mucho más estrés, dichas roturas son usualmente fisuras en el hueso, lo que provoca más dolor que una rotura.

 

Si notas dolor, consulta a nuestros traumatólogos sin compromiso.

 

Algo que siempre debes hacer para no tener que venir a visitar a nuestro equipo de traumatólogos en A Coruña, es precalentar. Realiza una pequeña sesión de ejercicios previa a saltar a la cancha.

 

Resulta fundamental que juegues con un calzado cómodo y adecuado y que la pelota sea reglamentaria, porque puede jugarte una mala pasada y llevarte al suelo. Si hace tiempo que no juegas, tómatelo con calma e hidrátate frecuentemente, y lo más importante: si sientes la más mínima molestia deja de jugar.

 

Y aunque la mitad de las cosas que te decimos parezcan obvias, os sorprendería la cantidad de gente que hace caso omiso a todos estos consejos. Como siempre, acabamos diciéndote que si notas alguna molestia o dolor en alguna de tus articulaciones después de una jornada de deporte, puedes llamarnos y descartar lesiones gracias a nuestro equipo de traumatólogos profesionales.