Las vértebras son, básicamente, los huesos que conforman la columna vertebral. Esta compleja estructura está compuesta en los adultos por 24 vértebras, que se dividen en 3 secciones: cervicales, torácicas y lumbares. Uno de los problemas más habituales que puedes sufrir en esta zona es una fractura vertebral.
Cada vértebra tiene un cuerpo y un arco vertebral, dos partes que forman un canal por el cual discurre la médula espinal. Son las vértebras las que permiten la movilidad y la flexibilidad de la columna vertebral. Por tanto, ante una fractura en las vértebras, la persona verá limitada en gran medida su capacidad de movimiento.
¿Qué es una fractura vertebral?
Cuando hablamos de fractura vertebral nos referimos a una lesión en uno o varios huesos de la columna vertebral. O lo que es lo mismo, la rotura de una vértebra, lesión que puede afectar tanto a las vértebras de la columna cervical como a las de la columna torácica o las que forman parte de la columna lumbar.
Así pues, hay varios tipos diferentes de fracturas vertebrales. Las más habituales son las fracturas compresivas, las fracturas desplazadas y las fracturas vertebrales múltiples. Una fractura es siempre una lesión muy seria y que debe ser tratada por un profesional de la salud. De lo contrario, pondrías en claro riesgo a tu columna vertebral.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura vertebral?
La fractura vertebral puede estar causada por una variedad de factores. Los síntomas de esta lesión, en cambio, son muy similares en todos los pacientes. No obstante, pueden cambiar en función de la gravedad de la lesión. Los más comunes son:
- Dolor en la espalda o en el cuello que empeora notablemente ante cualquier movimiento que desea realizar la persona.
- Rigidez o debilidad en la zona de la espalda o el cuello.
- Pérdida de sensibilidad o debilidad en las extremidades superiores e inferiores.
- Dificultad manifiesta a la hora de moverse o caminar.
- Hinchazón o moratones en la espalda o el cuello.
- Cambios en la postura o en la curvatura de la columna vertebral.
En los casos de una fractura vertebral grave, el paciente puede sufrir parálisis o algún tipo de lesión medular. No obstante, cualquiera de estos síntomas va a reducir en gran medida la calidad de vida de la persona afectada.
¿Cómo tratar una fractura vertebral?
Ante la mínima presencia de cualquiera de los síntomas anteriores, es necesario acudir en busca de atención médica. El especialista será quien, tras valorar la gravedad de la lesión, determine el tratamiento más adecuado.
Lo primero que hará será inmovilizar la zona afectada para evitar que el daño sea mayor. En algunos casos se hará con el uso de un collarín cervical y en otros con una férula torácica. La inmovilización de la zona será clave hasta que la fractura no se haya solucionado completamente.
En el caso de tratarse de una fractura vertebral no desplazada, el tratamiento general es de reposo y toma de analgésicos para controlar el dolor. No obstante, se suele recomendar la práctica de una terapia física para fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral y evitar complicaciones.
Pero si estamos frente a una fractura desplazada, tal vez sea necesario recurrir a un tratamiento quirúrgico para colocar los huesos en su lugar correcto. Sea cual sea el tipo de fractura vertebral, el tiempo de recuperación varía entre varias semanas y unos meses.
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