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Cirugía Hombro

Fractura de clavícula

La clavícula es el hueso largo con forma de “S” situado en la parte superior del tórax, que conecta el hombro con el esternón. Es visible y palpable en la mayoría de las personas, y sirve de guía y soporte en todos los movimientos del hombro-brazo.

Su fractura es la más frecuente del cuerpo, y habitualmente ocurre tras caída con apoyo de la mano o golpe directo sobre el hombro.

Pronóstico

Más del 95% de las fracturas de la clavícula consolidarán por si mismas, sin precisar de tratamiento quirúrgico.

Sin embargo, todas las fracturas de clavícula unirán con una deformidad estética visible a nivel de la parte superior del tronco, pues se trata de un hueso subcutáneo, la cual no suele ser sintomática. La mayoría de los pacientes pueden retornar a su vida habitual, laboral y deportiva, resultando sin incapacidad.

Fractura diafisaria de clavícula

Tratamiento

El tratamiento está determinado tanto por las características radiológicas de la fractura (grado de conminución, desplazamiento-acortamiento) como por las circunstancias del paciente (deportista, edad, tipo de trabajo y hobbies, etc.).

Más del 80% de las fracturas de la clavícula ocurren a nivel del tercio medio, y en este caso la indicación suele ser conservadora. Se coloca el clásico vendaje inmovilizador en “Figura de 8” el cual ayuda a alinear los fragmentos óseos y proporciona alivio del dolor. Este vendaje se mantiene durante 2-3 semanas, de manera a conseguir una estabilización de la fractura e impedir su acortamiento.

En casos especiales tales como deportistas o profesiones con alta carga física, así como acortamiento no reductible, se plantea la necesidad de tratamiento quirúrgico.

Cuanto más joven es el paciente menos tarda en unir la fractura de clavícula. Los niños consolidan en el plazo de 3-4 semanas, pacientes jóvenes en 4-6 semanas y los adultos pueden tardar 3-4 meses.

Tratamiento quirúrgico mediante fijación interna

Casos especiales

Existen tipos especiales de fracturas de clavícula, los cuales pueden eventualmente requerir de tratamiento quirúrgico:

  1. Fracturas con excesivo acortamiento: Cuando el acortamiento es superior a 2-2,5 cm., la dinámica escápulo-torácica puede verse alterada al quedar la escápula en posición anterior y ello puede originar un cuadro de hombro doloroso, especialmente en deportistas y trabajadores manuales. En estos casos el paciente puede beneficiarse de tratamiento quirúrgico para restablecer la normal anatomía de la clavícula.

  2. Fracturas del extremo distal de la clavícula, vecinas de la articulación acromio-clavicular: Son fracturas de consolidación lenta y a veces incompleta, pudiendo alterar la función de soporte del hombro. Pueden precisar de tratamiento quirúrgico si existe compromiso de los ligamentos estabilizadores de la articulación acromio-clavicular.

  3. Cuando la fractura no une por si misma: La función de soporte del hombro-brazo resulta alterada y se origina un cuadro mecánico crónico de dolor e impotencia funcional del hombro.

En conclusión la mayoría de las fracturas de la clavícula consolidan de manera conservadora, resultando con una secuela estética por el callo óseo subcutáneo.

En ocasiones, sea por su fragmentación o acortamiento, o sea porque no consoliden, pueden precisar de tratamiento quirúrgico. En estos casos se planteará la indicación de reducción a cielo abierto y osteosíntesis estabilizadora, habitualmente con placa atornillada, con eventual aporte de injerto óseo autólogo para favorecer la consolidación ósea.

Fractura con inestabilidad acromioclavicular: tratamiento quirúrgico