Cirugía Hombro
Fracturas de la extremidad proximal del húmero
Las fracturas de la extremidad proximal del húmero suponen el 5% del conjunto de las fracturas, y su incidencia está relacionada con la edad, el grado de osteoporosis y el antecedente de tratamiento corticoideo, siendo 3 veces más frecuentes en mujeres que en hombres. En pacientes jóvenes suceden tras traumatismos de alta energía.
Su tratamiento está basado en la reconstrucción anatómica, tanto de las partes óseas, como de los tejidos (tendones), con el fin de alcanzar una favorable recuperación funcional.
Es importante reconocer los diferentes fragmentos fracturarios, su desplazamiento y grado de rotación, con el fin de indicar el mejor tratamiento: conservador o quirúrgico, y dentro de éste las diferentes técnicas de fijación interna.
Se realizan no solo estudios RX convencionales sino también TAC Scan, y así se clasifican según el número y desplazamiento de cada fragmento (Clasificación según Neer).
Clasificación de Fracturas de extremidad Proximal de Húmero según Neer
Fractura en 4 partes
Tratamiento mediante Placa Autoestable
Fractura de Cuello Quirúrgico
Tratamiento mediante Clavo Endomedular Encerrojado
Tratamiento
Como regla general, el 50% de las fracturas de extremidad proximal de húmero son No desplazadas y por ello, pueden tratarse de manera conservadora y rehabilitadora. En el restante 50%, las fracturas presentan uno o más fragmentos desplazados y en estos casos el cirujano debe valorar la indicación de tratamiento quirúrgico.>
Esta indicación es totalmente personalizada atendiendo a factores tanto del propio paciente (calidad ósea, edad, profesión, colaboración) como de la experiencia del cirujano (familiaridad con las diferentes técnicas, recursos disponibles intra y extrahospitalarios) y asimismo, de las facilidades de tratamiento rehabilitador postoperatorio.
La reconstrucción de la anatomía del húmero se lleva a cabo mediante la implantación de diferentes materiales de fijación interna (“osteosíntesis”) consistentes en tornillos y placas, clavos endomedulares, fijadores externos, agujas, etc, los cuales sirven para mantener los diferentes fragmentos fracturarios en buena posición durante todo el proceso de curación.
En ocasiones, la gravedad de la fractura es tal (conminución de fragmentos, luxación de la cabeza del húmero) que la reconstrucción solo es posible mediante la implantación de una prótesis parcial de húmero.